TATUARSE UNA TORTUGA... paciencia, sabiduria, protecion, longevidad

30.03.2018

Las culturas orientales siempre han visto a las tortugas como un símbolo de la paciencia y la sabiduría cuando uno se encuentra bajo presión. La fábula de Esopo "La liebre y la tortuga" es una celebración de la resolución y la voluntad de la tortuga frente a la velocidad de la liebre. La habilidad de la tortuga de esconderse dentro de su caparazón para escapar del peligro la ha convertido en un poderoso símbolo de protección, curación, y sabiduría interior. No es de extrañar que muchas personas se identifiquen con el espíritu de la tortuga y decidan hacerse un tatuaje representativo.

La palabra española "tortuga", proviene de latín tardío "tartaruchus", que significa "demonio", y este del griego tardío "tartarouchos", "habitante del Tártaro o infierno", porque los orientales y los antiguos cristianos consideraban que este animal, que habita en el cieno, personificaba el mal.

El idioma inglés tiene dos palabras diferentes para la palabra española "tortuga". "Tortoise" define a las tortugas que pasan la mayor parte de su vida en tierra, y que habitualmente no se aventuran en grandes masas de agua (como podrían ser los galápagos). El término inglés "turtle" define más concretamente a lo que podríamos denominar "tortugas marinas", o "tortugas acuáticas", es decir aquellos animales que se encuentran tan cómodos en tierra como nadando en mar abierto.

Existen siete especies de tortuga marina en todo el mundo: Tortuga Laúd, Tortuga Verde, Tortuga Kikila, Tortuga Carey, Tortuga Negra del Pacífico Oriental, Tortuga Caguama, Tortuga Lora y Tortuga Golfina. Estas especies de tortuga raramente abandonan el mar, salvo para poner sus huevos en la costa.

De entre todas las tortugas marinas, la "Tortuga Laúd" es la especie de mayor tamaño con ejemplares que llegan a alcanzar más de 500 Kgs.

Las tortugas aparecieron en la tierra hace mucho tiempo, unos 250 millones de años, por lo que la tortuga suele asociarse a menudo con el simbolismo de la creación. Los pueblos indígenas se referían al continente Norteamericanos como "la Isla tortuga". De acuerdo con la leyenda, Norte América se creó sobre el caparazón de una tortuga. En la India existe un mito similar, en el que una tortuga sostiene a un elefante que a su vez sostiene la tierra

En la cultura China, se le atribuyen a la tortuga fuerza, resistencia, lentitud, fecundidad, y longevidad. Su imagen apareció en el estandarte imperial como un emblema de protección en tiempos de guerra. Para los japoneses, la tortuga marina es un símbolo de "Kumpira", el dios de los marineros. En África, además de ser un símbolo masculino y de fertilidad, la tortuga es también un animal doméstico y un símbolo de protección. En la antigua Grecia, la tortuga era uno de los emblemas de Afrodita, diosa del amor, y el animal estaba asociado con el aspecto femenino del agua.

La legendaria estabilidad y resistencia de la Tortuga le concedieron un lugar prominente en las representaciones artísticas de multitud de culturas antiguas a lo largo y ancho de todo el mundo. Para los Mayas, la tortuga estaba asociada con el agua, la tierra y el trueno. Una de las deidades mayas se suele representar llevando un caparazón de tortuga en su cabeza. Los Iroquois tenían a su "Tortuga gigante", símbolo de la sabiduría. La tortuga, sin embargo, no era tan popular entre los Aztecas para los que representaba la cobardía, y la ostentación - dura por fuera, pero blanda en el interior.

Entre todos los pueblos costeros alrededor del mundo, las tortugas marinas son un símbolo especial de longevidad, fertilidad y buena suerte. Como una elegantes nadadoras, también representan la libertad. Las tortugas marinas son las únicas que pasa toda su vida en el agua, tienen aletas en vez de patas, y solo dejan el medio acuático para procrear. Construyen sus nidos en la arena de la playa. Su viaje desde el borde del océano atravesando grandes franjas de arena, arrastrando su peso sin apresurarse ni quejarse, han hecho de estas tortugas un símbolo de paciencia y virtud. Una vez que la tortuga hembra ha excavado un nido apropiado en la arena de la playa, comienza a poner sus huevos, hasta cien en una sola puesta. Al terminar los entierra y vuelve al océano.

Desde el principio de su vida, la cría de la tortuga debe luchar para sobrevivir. Indefensa frente a grupos de aves marinas, sus primeros pasos en dirección al mar están plagados de peligros. Si la pequeña cría de tortuga consigue llegar al borde del agua con vida, su lucha contra los depredadores del océano solo ha hecho que comenzar.

Existe una asociación simbólica entre la tortuga marina y la constelación de las Pléyades, conocidas también como "las siete hermanas". En el mismo momento que las tortugas deben encontrar su camino a través de la arena para poner sus huevos, la constelación hace su aparición en el cielo nocturno veraniego.

Probablemente no haya otro lugar en el mundo donde se siente mayor respeto y reverencia por la tortuga marina que en el Pacífico Sur, donde antiguamente se consideraba un animal sagrado. Por su asociación con dioses y jefes tribales, el motivo de la tortuga es uno de los más populares en la Polinesia. El arte del tatuaje tradicional era muy importante en la cultura Polinesia, implicaba la genealogía de una persona, su estatus social y sus logros personales. En la narración de un misionero a su vuelta a Londres encontramos como las rodillas del jefe, Te Pou, estaban "tatuadas con el más sagrado de los animales marinos, que estaba reservado para el jefe solamente".

En la Polinesia Francesa, donde la tortuga marina es una deidad del mar, aparece grabada en muchas de las columnas de las edificaciones como símbolo de fertilidad. La tortuga se coloca también sobre la imagen del rey y la reina abrazados. Estas columnas ceremoniales se empleaban para marcar un lugar sagrado.

Entre las gentes de las Islas Polinesias, la Tortuga era empleada también a menudo en ofrendas rituales. Las festividades de la tortuga tenían lugar durante meses lunares concretos. En el antiguo Hawai, la tortuga marina era considerada una manifestación del "Dios Creador", y comerla era una manera de conectar con esa fuerza creadora. También existía la creencia de que la cabeza de la tortuga vivía después de ser separada de su cuerpo.

La mayor de todas las Tortugas nadadoras es la "Tortuga verde hawaiana". Aquellas familias que reverenciaban a la tortuga como una deidad personal o un tótem animal tenían especial cuidado en no causarle daño, y mucho menos comérsela. Las leyendas hawaianas hablan de una tortuga capaz de transformarse en humano si necesitaba acudir a ayudar a los niños que jugaban al borde del océano

La Tortuga más anciana de la que tenemos registros perteneció a la familia Real de Tonga, y vivió desde 1777 a 1965, alcanzando la asombrosa edad de 188 años.


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